Nunca sabes muy bien como trasladar algunas ideas, hechos o reflexiones. Nunca sabes si hay que dejar la bilis a un lado y cargar con cariño o que fluya y que salga el sol por donde quiera. No lo sabes porque la finalidad no es desahogarse, sino que lo escrito pueda servir de algo. Así que voy a intentar dejar los fluidos hepáticos a un lado e intentaré hablar desde la positividad.
Este 15 de octubre estuvimos en Ruesta como tantos otros sábados. Es un paraíso siempre, os lo aseguro, pero en estas fechas, con la generosidad de los rayos de sol del veranillo de San Miguel, con el cariño de sus gestores, Martín, Luna y Dani, con lo cuidado que lo tienen, con las vistas de su terraza o sus croquetas de pollo, mucho más. Es un regalo que nadie debería perderse.
Pues eso, que dimos un paseo, cogimos unas setas, disfrutamos un rato en la terraza y regresamos a Urriés con esa sensación de haber pasado un día que vale por tres. De esos en los que recargas las pilas lo suficiente para lo que pueda venir. Pero claro, hay realidades que joden más que otras. Hay temas que desesperan por tanta espera, mentira, desidia y sinvergonzonería. Dejadme que os cuente
Al regresar a casa colgué unas fotos en las redes de los colores del otoño en Ruesta, pero claro, recibes otras notificaciones y vi una foto del estado actual de la Iglesia de Santa María (fotos de José Luis Ona), y la miel del día se convirtió en hiel. No puedo mas que sentir indignación, vergüenza y rabia. No pena, esa ya llegará en otra fase.
La rehabilitación de esta iglesia renacentista era uno de los capítulos firmados por la CHE en la restitución a la zona por el recrecimiento del pantano de Yesa. Había designación presupuestaria, proyecto, memoria, todo lo necesario para compensar de alguna manera a Ruesta, a sus antiguos vecinos, a nuestro patrimonio y a la vergüenza política con mayúsculas. La finalidad no es otra que dar una posibilidad de crecimiento socio-económico, de supervivencia, a quien se la arrebatas.
Es muy curioso que la CHE pertenezca al anterior Ministerio de medio ambiente y que este se llame hoy Ministerio para la transición ecológica y le Reto Demográfico. Me sonroja escribirlo. Es curioso escuchar de palabras de dicho propietario que, a pesar de firmado, esto no se puede hacer, que ellos están para realizar obras hidráulicas, no para chorradas. Siempre estamos en las mismas. Y no quiero centrarme en la Confederación Hidrográfica, en absoluto, sino en los de más arriba, en el ministerio al que pertenecen.
Les he escrito cartas en varias ocasiones hablando de Ruesta y de otras compensaciones incumplidas. Son muchas, demasiadas, y nunca he obtenido respuesta alguna, nunca.
Estamos hartos, muy hartos de que sigan hablando desde Madrid de reto demográfico, de despoblación y de que no se cumplan los compromisos firmados. Es increíble que las mismas zonas que tuvieron que desalojarse y ceder sus tierras para que los de más al sur pudieran regar y Zaragoza pueda beber y aquí, no solo no se cumpla lo pactado, sino que ahora tengamos que aguantar que se hable de que tal vez tengamos que poner nuestras tierras para mega proyectos eólicos o mega huertos solares. Es decir, de nuevo todo vale si beneficia a la ciudad, pero sin importar las afecciones, el desarrollo o la sostenibilidad del territorio. Al final se saldrán con la suya, harán lo que quieran, se llevarán más y nos nos devolverán nada de lo expoliado, no habrá restitución por muy firmada que esté, pero por favor, vamos a cambiarnos el nombre, que no se llame reto demográfico, que no se pongan medallas hablando de lo rural y que no se llamen medioambiente. Llamemos a las cosas por su nombre por respeto a la verdad.
Sé que no debo hablar de esto, sé que después las reuniones se hacen más complicadas, pero llevo semanas, meses, años y muchos otros antes que yo, reclamando solo que cumplan los compromisos, lo firmado, lo sellado. Si en este mundo la palabra y la firma de una institución como un ministerio no vale nada, lo tenemos muy jodido.
Llevo un mes enviando emails preguntando por otro de estos compromisos en relación con Urriés. Llevo el mismo tiempo esperando respuesta. Hoy mismo lo reenviaré por cuarta vez a la confederación. En este caso a la presidenta y a la secretaría general. Ojalá, como en otras ocasiones, deba después decir que se nos atiende y que estamos esperanzados en que todo puede cambiar. Os aseguro que durante mucho tiempo, yo que soy por naturaleza optimista, así lo he creído. Tuvimos un tiempo de inversiones importantes, de premios, en los que mirábamos al futuro con optimismo, pero la realidad te devuelve a la silla de un solo golpe con la mano abierta.
Os dejo las fotos de José Luis Ona para que entendáis de lo que hablo
Hace 10 años