Vivir festivales, actividades, experiencias, congresos o cualquier otra actividad fuera de las fechas estivales, no es solo una forma de dinamización, es una apuesta por la vida, de reivindicación y de lucha del mundo rural.
Somos capaces de generar un movimiento socio-cultural-económico, que además de permitirnos disfrutar y colaborar con la viabilidad económica de los pequeños negocios, nos posiciona en el mapa para abrirnos otras puertas, para ponernos en el punto de mira de nuevos emprendedores y que demuestra que, no por ser más pequeños y más humildes en lo cuantitativo, somos menos capaces.
El mundo rural no es aburrido, no está carente de ocio de calidad o de programas con personalidad y realmente especiales. Nosotros también merecemos nuestro Vive Latino.
Este año además, hemos perdido oportunidades. Desde las administraciones nos han dicho en varias ocasiones que tenemos poca capacidad para llegar a mucha gente, que nuestra repercusión es pequeña para apoyarnos. Todavía hay quien, y parece que muchos de los de arriba también, nos juzga por el cuánto y no por el cómo o el para qué. Eso sí, levantar la bandera de la Despoblación se les da de maravilla.
En fin, que seguiremos aportando y peleando por un mundo rural vivo, al que, aunque asfixien, quiere seguir respirando. Seguiremos haciéndonos oír aunque miren hacia otro lado y marcando la diferencia en la calidad de vida.
Por eso me apetece mucho dejaros poco a poco muestras de los musicazos y superespectáculos que viviremos en el III Festival de música de Urriés.
No os lo podéis perder, por la música, por los músicos, por disfrutar y por lo Rural
TROKOBLOCO, taller (para todo el que se apunte) de Batukada y concierto
Marcel Fabregat – OPIA, concierto del viernes por la noche con espectáculo de luces